Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO VER ARTÍCULO ORIGINAL
La actriz española Silvia Marsó debería haber estrenado el jueves 7 de noviembre del 2019 en Nueva York la obra ’24 horas en la vida de una mujer’, pero las autoridades de Estados Unidos rechazaron su visado en el último momento para actuar en off-Broadway, ante lo que seguirá luchando para que su obra sea representada.
«Yo creo que era una oportunidad preciosa, que vamos a luchar para que se produzca ahora, próximamente, y que todos puedan disfrutar de una obra que está escrita por un austríaco, la adaptación teatral está hecha por unos franceses, el compositor es ruso y los actores españoles», según explica en una entrevista Marsó, un poco apesadumbrada pero sin perder la ilusión.
En un paseo que transcurre sobre una antigua vía de tren en el barrio neoyorquino de Chelsea, conocido como High Line, Marsó cuenta que, tras el rechazo del visado de trabajo, decidió de igual manera viajar a EE.UU., aprovechando que tenía unos días libres en su apretada agenda para pisar las tablas de off-Broadway, como se conoce a los espacios de Manhattan fuera del círculo de Broadway.
Pero esta vez solicitó la entrada de turista, a lo que no le pusieron inconvenientes, cuenta, un poco antes de que una pareja de turistas le pida que le tome una foto con la ciudad de fondo y otra, de España, la inmortalice con sus móviles.
«Estábamos preparando el estreno de ’24 horas en la vida de una mujer’ de Stefan Zweig en off-Broadway, en el teatro Repertorio Español, ahora para noviembre, pero hubo un problema burocrático que nos ha pillado un poco por sorpresa», cuenta la actriz, que ha viajado acompañada, entre otros, de Marc Parejo, protagonista masculino de la obra.
Razones del rechazo del visado
El productor artístico asociado del Teatro Español, Rafael Sánchez, explica que se solicitó a las autoridades estadounidenses el visado P-3, destinado a eventos teatrales «únicos o tradicionales», como habían hecho durante 52 años. Pero comentó que esta vez fue rechazado.
Según Sánchez, han consultado a unos abogados y les han recomendado solicitar en su lugar el P-1 reservado a «artistas reconocidos internacionalmente», lo que Marsó asegura que hará en cuanto se encuentren nuevas fechas.
Pero la artista española reprocha que la decisión de caracterizar un espectáculo como «singular» es muy «subjetiva». «En arte todo es singular, todo es único», dice antes de insistir en que su obra «claro que es singular, pero para el criterio de la persona que ha elegido esto no lo es».
Sin embargo, al igual que Sánchez, descarta que la decisión de los servicios de inmigración responda a una política más agresiva de la administración de Donald Trump hacia la cultura en español, como se ha denunciado desde organizaciones e instituciones. El agregado de Cultura del consulado de España en Nueva York, Santiago Herrero, tampoco lo ve así e indica que no ha percibido por parte de las autoridades estadounidenses «una tendencia de apretar más en el tema de los visados».
Una escapada no solo para hacer turismo
Mientras tanto, Marsó está aprovechando su viaje para, «principalmente, preparar la promoción para cuando vengamos a actuar, luego visitar todos los organismos que nos han ayudado -el consulado, el Instituto Cervantes y otros organismos- e intentar también ver teatro para ver si encontramos un espectáculo que nos pueda gustar para ver si lo podemos hacer en España».
Pero sobre todo, Marsó, cautivada por las luces de Broadway y su «maravillosa oferta teatral», sueña con que los creadores de la ciudad puedan ver ’24 horas en la vida de una mujer’ en el teatro Repertorio Español y la representen en inglés en la meca de los musicales. «intercambiar cultura, ofrecer la cultura de nuestra Europa a los norteamericanos y sería fantástico que ocurriera eso. Sería, vamos, la ilusión de mi vida», concluye con una amplia sonrisa.