CASA DE MUÑECAS
- AUTOR: Henrik Ibsen
- DIRECTOR: Amelia Ochandiano
- PERSONAJE: Nora
- REPARTO: Silvia Marsó, Roberto Alvarez, Pep Munné, Pedro Miguel Martinez, Rosa Manteiga, Mamen Godoy, Cuca Villén…
- PRODUCCION: Teatro de la Danza de Madrid – Entrecajas
- TEATRO: Fernán Gómez de Madrid y gira.
- PREMIOS: PREMIO ERCILLA y PREMIO ROJAS de teatro como mejor actriz 2010
- AÑO: 2010
- AUTOR: Henrik Ibsen
- DIRECTOR: Amelia Ochandiano
- PERSONAJE: Nora
- REPARTO: Silvia Marsó, Roberto Alvarez, Pep Munné, Pedro Miguel Martinez, Rosa Manteiga, Mamen Godoy, Cuca Villén…
- PRODUCCION: Teatro de la Danza de Madrid – Entrecajas
- TEATRO: Fernán Gómez de Madrid y gira.
- PREMIOS: PREMIO ERCILLA y PREMIO ROJAS de teatro como mejor actriz 2010
- AÑO: 2010
CRÍTICAS
EL MUNDO
“…merece la pena llegar a esa tensa y borrascosa escena final de la ruptura para ver a la mejor Silvia Marsó: irreductible, dramática, rota ¿la recuerdan en Aquí no paga nadie de Darío Fo y Tres mujeres altas de Albee entre María Jesús Valdés y Magüi Mira?…”
LA PROVINCIA LAS PALMAS
«… Todas estas interpretaciones se diluirían en la nada si Nora no nos resultara creíble. Su recorrido emocional y su trabajo ciclópeo, son la columna central sobre la que se apoya el drama. Y este llega potente y constante al espectador. Sobre todo en la escena final en la que Marsó pone toda la carne en el asador, desprendida y generosamente. La voz de Ibsen suena vigorosa en sus palabras, llenas de esa extraña dignidad que da el sufrimiento de la mujer o de cualquier otro ser humano que decide, a pesar de todo, tomar las riendas de su destino…»
CANARIAS 7
«… Y es precisamente Nora ( Silvia Marsó ) la que lleva el peso de la obra , la que va creciendo y ganando a medida que avanza esta función de más de dos horas que pasan volando…
ABC SEVILLA
«… Dividida en tres actos, Ibsen plantea la evolución de su protagonista y Marsó aguanta el tipo transformándose de frívola muñequita en mujer que se busca a sí misma. Se ha perdido en un mundo machista, pero piensa encontrarse, cueste lo que cueste. En un escenario sobrio, lo indispensable pasa de un lado a otro de la habitación, al igual que la propia Marsó, envuelta en las emociones de esta Nora de Ibsen, repleta de rincones y registros…»
SUITE 101 CULTURA
«…Sin duda, Amelia Ochandiano, logra ese clima a través de la dirección de estupendos actores que se prestan a su visión con gran disciplina alrededor del titánico esfuerzo de la protagonista , quien ya había demostrado un talento versátil en el musical (Te quiero, eres perfecto, ya te cambiaré), la farsa (Aquí no paga nadie) o el drama elegante (Tres mujeres altas). Pero nunca tantos registros en una misma función, a lo largo de 2 horas en las que deambula con gracia y capacidad de seducción, se sumerge en un posible drama de incalculables consecuencias, se desliza nuevamente hacia la comedia romántica, vuelve a temblar, se entrega al placer brevemente —cuando sus pechos están a punto de ser desnudados— y alcanza el cenit cuando, en el momento crucial de la obra, dice la frase histórica: «Siéntate, tenemos que hablar».
BLOG ENRIQUE CENTENO
“…Como se esperaba, hace Silvia Marsó una formidable creación de Nora, un personaje que solo pueden hacer las magníficas actrices. Tanto en el primer acto como en el segundo, muestra la inocencia y la maternal felicidad de su hogar: llevará el secreto de su esfuerzo por salvar al marido. Y en el último acto va luchando con la sumisión, la incomprensión y, por fin, su reacción rebelde contra Torvald…”
LNE.e DIGITAL
«… Y es aquí donde la representación que nos brindaron los actores Silvia Marsó y Roberto Álvarez es sencillamente magistral. A tono con el resto de la compañía, que nos ofrecieron una sesión teatral extraordinaria, sabiamente dirigidos por Amelia Ochandiano, que el público acogió con entusiasmo ante el buen sabor que produce el auténtico teatro…»
TODOS AL TEATRO
“…Silvia Marsó no responde al canon físico nórdico y aporta cierta calentura latina, pero su rostro matiza la evolución de su conflicto interior en una interpretación sincera, de gran desgaste físico y psicológico. Tiene la dulzura y encanto de la niña, la fuerza y convicción de la mujer, la duda y vacío de la persona…”